Desde Fundación Prodean queremos acercaros al perfil profesional de las personas que trabajan con nosotros. Es una nueva oportunidad para contaros cómo trabajamos y aproximaros al equipo que trabaja por construir un mundo mejor.
Comenzamos con este ciclo de entrevistas al personal, compartiendo el perfil de la responsable de voluntariado. Rocío Cano-Romero trabaja desde nuestro Centro Social Prodean en el barrio de Los Pajaritos (Sevilla) para coordinar toda la formación, talleres y captación de voluntariado para los distintos proyectos de acción social que se llevan a cabo.
ROCÍO CANO-ROMERO. Responsable de Voluntariado de Fundación Prodean
«SIEMPRE SACO ALGO POSITIVO DEL TRATO CON LOS MAYORES. DETRÁS DE CADA UNO DE ELLOS HAY UNA HISTORIA DE SUPERACIÓN»
¿Cómo conociste la Fundación Prodean?
Escuché hablar de Prodean por primera vez a través de una madre del colegio de mis hijos que estaba en el Patronato. Ella estaba coordinando un voluntariado de madres para cooperación internacional (recogida, clasificación y envío de libros para una biblioteca en una comunidad de una ciudad de Venezuela).
¿Cuándo comenzaste a formar parte de su equipo y con qué labor comenzaste?
Comencé en marzo de 2017 para cubrir una baja temporal de la responsable del voluntariado de la Fundación. Finalmente, la persona encargada no pudo incorporarse y se me asignó la labor que se llevaba a cabo en ese puesto de trabajo.
¿Ha habido algún cambio en tu dedicación y cometido dentro de Prodean?
Sí, en septiembre de 2018 comencé a coordinar el curso 2018/2019 de los talleres ocupacionales de personas mayores en el Centro Social Prodean (ubicado entonces en la calle Alejandro Collantes), y desde entonces lo sigo coordinándo, además del departamento de voluntariado.
¿Cómo es tu día a día en el Centro Social?
Tengo que preparar los talleres que se llevan a cabo por las mañanas: sacar fichas de alfabetización, memoria, informática, o bien, organizar qué trabajo van a realizar en el taller de manualidades o de laborterapia. También qué materia se va a dar en el taller de dispositivos digitales. Cuando llegan los mayores les doy unos minutos de conversación preguntándoles cómo se encuentran, ya que muchos están solos y generalmente no hablan con nadie. Luego se registran las asistencias y se les atienden en los distintos talleres. Personalmente siempre me gusta pasar por las aulas y ofrecerles un poco de conversación y cariño a los mayores. Ellos lo agradecen mucho.
Para tí ¿qué aporta el Centro Social al barrio de Los Pajaritos?
Transformación social. En primer lugar, es fundamental trabajar con los menores ya que serán los adultos del mañana. Por eso nuestro objetivo principal es combatir el fracaso escolar que conlleva el abandono escolar a edades muy tempranas. En segundo lugar, trabajar con las familias proporcionándoles un espacio de conocimiento e intercambio, de aportaciones y de desarrollo para resolver dudas y compartir inquietudes, acompañándoles en la tarea educativa. Y por último, paliar la soledad de los más mayores previniendo el aislamiento social. Transversalmente reducimos la brecha digital de la franja adultos-mayores y ayudamos a los inmigrantes del barrio con la lengua española para favorecer su integración social.
¿Cuáles consideras que son las principales necesidades e inquietudes de los usuarios que acuden al centro social?
Los menores acuden para mejorar su rendimiento y resultado escolar. Los adultos buscan reducir la brecha digital y los mayores sociabilizar y disminuir las horas de soledad.
¿Qué tres cualidades destacarías de los usuarios del centro?
Esfuerzo, constancia y ganas de superación.
¿Qué te aporta desarrollar tu actividad profesional en este entorno?
Conocer otra realidad de la sociedad, no rendirme ante las adversidades que se me puedan presentar.
¿Alguna anécdota que puedas compartir con nosotros que sea significativa a lo largo de todos estos años?
Pues el curos pasado en las fechas que correspondían a la feria les dije que se trajeran puesto un día algún detalle o motivo de flamenca (flor, mantoncillo, peineta o un sombrero..) y que íbamos a dar un taller de la evolución de la feria desde sus inicios hasta ahora. Entonces ellos vinieron con sombrero y ellas con mantoncillos y flor, pero apareció una usuaria, Carmen Álvarez, vestida de arriba debajo de flamenca. Venía feliz con su bastón y todo dispuesta a bailar sevillanas, así que terminamos el taller bailando. Estas vivencias demuestran las ganas que tienen de disfrutar cada momento de la vida como si de un regalo se tratara.
¿Impartes algún taller en el centro social? De ser así, ¿Cuál es el que más te gusta y porqué?
Casi todos los talleres los suelo impartir con ayuda de los voluntarios, a excepción del de laborterapia porqué no sé hacer labores, porque aunque haya varios voluntarios siempre es necesario supervisar y echar una mano porque son muchos los usuarios que acuden y toda ayuda es poca.
¿Hay alguna historia de superación entre los usuarios del centro que quieras compartir?
Son muchos los testimonios de vida que me han ido contando los usuarios que han pasado o están actualmente en el Centro Social. De todos he sacado siempre algo positivo porque detrás de cada uno de ellos hay una historia de superación y trabajo dignas de darlas a conocer. Pero si tuviera que elegir alguna es la de Carmen Mora, que en paz descanse, (ya que falleció a los 83 años al año y medio de estar asistiendo al centro). Ella me contó que de niña se quedó huérfana y se tuvo que ir con un tío suyo a San Jerónimo. Entonces era todo zona de huertas. Me contaba que sus primos eran varones y asistían a una pequeña escuela que había pero que a ella por ser niña no la apuntaron para que se quedara en la casa y aprendiera las labores propias de las amas de casa.
Pero ella se escapaba e iba por fuera de la escuela y a través de la ventana le leía los labios a la maestra y cuando los primos se ponían en la casa a hacer los deberes ella se ponía al lado y copiaba todo, así aprendió a escribir, leer y las cuentas. Contaba que si la hubiesen dejado ir al colegio hubiera estudiado hasta el final, que quería haber sido médico. Venia al Centro Social diariamente y mejoraba poco a poco la ortografía y aprendía todo lo que en su momento no pudo. Además, era una señora muy educada y dulce de trato, me acuerdo mucho de ella.
¿Qué diferencia a Prodean de otras organizaciones que trabajan en la zona?
Que ofrecemos una atención personalizada repleta de mucho afecto y cariño.
Además te encargas de la coordinación del voluntariado. ¿Qué aspectos destacarías de los voluntarios de Prodean?
Me llama mucho la a tención que el 80% de ellos son muy jóvenes, estudiantes de bachiller y universitarios. Todos ellos tienen ya esa inquietud por el voluntariado, un compromiso impropio a esas edades, y me admira que tengan tanta empatía con los distintos colectivos que ayudan siendo tan distintos por edad o situación.
¿Con qué proyecto comenzaste a trabajar antes y cómo fue?
Bueno, comencé primero con los proyectos de voluntariado que llevábamos a cabo entonces: Infancia Hospitalizada (cier@ula del Hospital Infantil Virgen del Rocío), Como en casa (Centro de Acogida a Refugiados de Sevilla Este), Necesitan tu apoyo (en el Colegio Safa Blanca Paloma y Escuelas de Valores y Deporte en Torreblanca), que al segundo año de yo estar gestionando el voluntariado se dejó de realizar. Entonces pude iniciar en esa barriada el proyecto Necesitan tu apoyo en el colegio Vélez de Guevara. Lo viví muy de cerca y me gustó mucho tratar con niños de infantil de etnia gitana en el taller de refuerzo escolar y actividades lúdicas.
¿Qué tipo de voluntariado tiene mejor acogida entre las personas que buscan colaborar con la Fundación?
Sin duda, el de Infancia Hospitalizada (cier@ula del Hospital Infantil Virgen del Rocío).
¿Qué cualidades considera que deben tener los voluntarios que quieran colaborar con la Fundación?
En primer lugar, educación y respeto. Después empatía, compromiso y trabajo en equipo.
¿Cuántos proyectos de voluntariado activo hay en estos momentos bajo tu coordinación? ¿Cuáles son?
Infancia Hospitalizada (menores hospitalizados de larga duración no oncológicos -cier@ula del Hospital Infantil Virgen del Rocío); Como en casa (Menores de familias acogidas refugiados de distintos países-Centro de Acogida a Refugiados de Sevilla Este0); Necesitan tu apoyo en el Colegio Safa Blanca Paloma (apoyo escolar a menores -Bda. Los Pajaritos); Necesitan tu apoyo en el Centro Social Prodean –Talleres ocupacionales para mayores, Aula digital para adultos, Apoyo escolar a menores de primaria y secundaria de la zona Tres Barrios-Amate y orientación familiar a sus cuidadores (Bda. Los Pajaritos) y Transfrontera en el Barrio de Santa Cruz (español, cocina, cultura y búsqueda de empleo a mujeres inmigrantes).
¿Cuáles son los próximos retos en materia de voluntariado?
Trabajar en la mejora de la calidad de los programas que se están llevando a cabo. Es fundamental desarrollar nuevas actividades, nuevos programas, imaginación, incorporar criterios de calidad, que nos permitan conocer realmente si estamos dando la mejor solución a los usuarios, y si estamos siendo capaces de involucrar a socios o voluntarios en todo lo que se está haciendo. Además, creo que es fundamental tener unos voluntarios activados, motivados, seleccionados, comprometidos y también formados, y unos profesionales que trabajen de acuerdo con unos valores y una misión. Y finalmente, el trabajo en red, el trabajo conjunto de otras ONG o asociaciones que tengamos fines comunes.
¿Consideras que hay una mayor concienciación social sobre la necesidad de abordar los problemas que hay en nuestro entorno, más cercanos y la voluntad de ayudar a los demás a cubrir sus primeras necesidades?
Sí, el número de jóvenes que participan en estos tipos de actividades de voluntariado se ha incrementado debido a su mayor concienciación sobre la situación social, al mayor y más fácil acceso a la información sobre la situación social, al fomento del voluntariado por parte de los centros educativos o universidades y al reconocimiento posterior en el ámbito laboral, e incluso cada vez más son las empresas que contemplan el voluntariado corporativo. Además, debido a la crisis la falta de ocupación de muchos jóvenes que no encuentran trabajo o bien personas más mayores que lo han perdido permite que dispongan de más tiempo libre para dedicarlo a este tipo de acciones.
