Lupe lleva ya un año con nosotros, ayudándonos como voluntaria en el Centro Social. Es ama de casa y cada mañana saca unas horas para ayudar en los talleres que se imparten en el Centro Social con los mayores. Como ella misma nos cuenta, recibe más de lo que de da, pues los mayores siempre están dispuestos a agradecer su generosidad «con cariño y mucha alegría».
Lupe no es la única voluntaria, junto a ella acuden otros voluntarios, mayores y jóvenes, estudiantes, trabajadores, jubilados. Gente generosa que disfruta compartiendo su tiempo con mayores y niños del Centro Social Prodean.